Áloe espiralado (Aloe polyphylla)

El Aloe polyphylla es una suculenta mediana

Imagen – Wikimedia/J Brew

Si hay una suculenta que llame mucho la atención, mucho más que otras, esa es sin duda la especie Aloe polyphylla. Conocido como áloe espiralado, es una planta muy rara. Es difícil de encontrar a la venta, y cuando está, se vende a un precio que nos puede parecer alto, ya que su ritmo de crecimiento es lento y su cultivo complicado.

Conocer sus necesidades te servirá para tener alguna probabilidad de sacarlo adelante, así que a continuación te vamos a hablar de esta preciosa planta.

Origen y características del Aloe polyphylla

El Aloe polyphylla crece lentamente

Imagen – Wikimedia/brewbooks

El Aloe polyphylla es un tipo de áloe nativo de Lesoto (sur de África). Crece en las montañas Drakensberg, donde puede registrarse una precipitación anual en más de 1000mm. Se le conoce como áloe espiralado, puesto que su principal característica es la disposición en espiral de sus hojas cuando llega a la edad adulta (los ejemplares jóvenes empiezan a tenerlas así a partir de los 2 años aproximadamente). Estas hojas son carnosas, espinosas (sus espinas son inofensivas), y de color gris-verdoso; aparecen en número de 15-30.

La inflorescencia de esta planta, al igual que las de todos los áloes, tiene forma de espiga. Las flores surgen de un tallo floral más o menos grueso, son tubulares y de un bonito color salmón-rosado. Los frutos son secos, también con forma similar a un tubo, y contienen semillas más o menos planas y muy ligeras.

El tamaño de un ejemplar adulto es de un metro de diámetro, con una altura aproximada de 50 centímetros.

Se encuentra en peligro de extinción, tanto por su curiosa forma, como por lo difícil que es de cuidar.

¿Cuáles son los cuidados que necesita?

Si logras adquirir un ejemplar, lo primero que vamos a hacer es darte la enhorabuena. De verdad, es difícil de encontrar, y los que venden suelen tener pocos ejemplares a la venta, con lo cual, se quedan sin stock rápido. Por lo tanto, hay que estar un poco pendientes de esos viveros y/o tiendas online, para así conseguir uno.

Pero, una vez que se tiene, ¿cómo se ha de cuidar? Pues bien, te recomendamos proporcionarle estos cuidados:

Ubicación

Lo ideal es poner el Aloe polyphylla en el exterior. Pero hay que tener en cuenta que para que esté bien, durante todo el año, las condiciones deben ser:

  • El lugar ha de ser luminoso; es decir, no se debe de poner en sombra total, ya que la planta no crecería. Tampoco aconsejo ponerlo a pleno sol, y menos si se está en una zona donde el grado de insolación es alto (como la región mediterránea o toda la costa peninsular).
  • No ha de haber heladas, o en caso de que las haya, se ha de poner meter el áloe en un invernadero que lo mantenga protegido en cuanto las temperaturas bajen de los 10ºC.

Si se cultiva en interior, es importante que se coloque en una habitación luminosa, sin corrientes de aire. Por ejemplo, un buen sitio podría ser cerca de la ventana, pero no justo delante de la misma. Ve rotando la maceta a diario, para que no crezca más una parte que otra.

Asimismo, si vas a cultivarlo en casa es recomendable ponerle recipientes con agua alrededor. Esto es para que la humedad alrededor suyo sea alta. NO pulverices/rocíes con agua sus hojas, ya que se pudrirían.

Tierra

Las flores del Aloe polyphylla son rojizas

Imagen – Wikimedia/brewbooks

Cuando tenemos suculentas tan delicadas, que viven en terrenos arenosos y/o pedregosos, la mejor tierra que le podemos poner será, por ejemplo:

  • 100% pómice
  • 70% pómice + 30% akadama
  • 60% gravilla de construcción (grano de 1-3mm de grosor) + 40% turba negra
  • 50% turba negra + 50% perlita

¿Cuál escoger? Pues va a depender mucho del clima. Para que te hagas una idea, en una zona seca con un fuerte grado de insolación, temperaturas superiores a los 20ºC en verano y con sequías prolongadas, interesa que el sustrato se mantenga húmedo algo de tiempo (horas, algún día), ya que si no el agua se evaporará tan rápido que las raíces no llegarían a absorberla. Por lo tanto, en estas condiciones la última opción (50% de turba negra + 50% perlita) sería ideal.

Por el contrario, si en tu zona llueve con frecuencia, o estas en un lugar donde la humedad ambiental es alta de por sí (por ejemplo, si estás en una isla o cerca del mar), te recomendamos mucho más cualquiera de las tres primeras opciones.

Riego

El riego es complicado. En su lugar de origen caen unos 1000mm de precipitación al año, por lo que solo con eso ya podemos intuir que hay que ir regando al Aloe polyphylla de vez en cuando. Pero hay que evitar que se encharque la tierra, así como que permanezca seca mucho tiempo.

Así que, para que no haya problemas, tendrás que comprobar la humedad antes de volver a regar, para asegurarte de que esté casi seca. Si consideras que necesita agua, échala en la tierra, nunca en la planta, y hasta que quede bien hidratada.

Abonado

Mientras la temperatura se mantenga por encima de los 15ºC, será muy recomendable abonar con un fertilizante para cactus y otras suculentas, siguiendo eso sí las indicaciones de uso.

Multiplicación

El Aloe polyphylla se multiplica por semillas en primavera o verano. Para ello, se han de sembrar las semillas en un sustrato que drene bien el agua, pero que al mismo tiempo se mantenga húmedo un tiempo, como la vermiculita. Si vas a usar este sustrato, humedécelo con agua antes de llenar el semillero. De esta manera, luego solo te quedará colocar las semillas sobre la superficie, enterrándolas un poco.

Mantén el semillero en el exterior, con el sustrato húmedo. Así, si todo va bien, las primeras germinarán en unos 10 días.

Trasplante

Se trasplantará solo si se salen raíces por los agujeros de la maceta, en primavera. En el caso de que en tu zona el clima sea cálido, sin heladas, y quisieras plantarlo en el jardín, también es importante que primero enraíce bien en la maceta, ya que así a la hora de extraerlo de ella no se desmoronará el cepellón y, por consiguiente, el Aloe polyphylla podrá superar mejor el trasplante.

Plagas

Has de tener cuidado con los caracoles, ya que estos animales pueden devorar las hojas.

Rusticidad

No soporta las heladas. Es una planta que no se ha de exponer a temperaturas de 10ºC o inferiores.

Vista del Aloe polyphylla sin flor

Imagen – Wikimedia/brewbooks

Esperamos que tengas mucha suerte y consigas mantenerlo muchos años.


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