El Cereus jamacaru es un cactus muy especial, ya que no es el típico que encontraríamos en una región que está casi siempre seca. Aunque no le gusta tener las raíces encharcadas, tampoco es de los que soporten los largos períodos de sequía como otros. Pero esto, cuando hablamos de este tipo de plantas, lleva como acompañante un pequeño inconveniente: necesita protección contra las heladas.
Y es que los cactus que viven en las mismas condiciones que nuestro protagonista no han evolucionado para soportar las bajas temperaturas puesto que en sus hábitats naturales no las hay. Por este motivo, cuidar de un Cereus jamacaru puede no ser todo lo fácil que se podría pensar.
Origen y características del Cereus jamacaru
Se trata de un cactus columnar endémico de Brasil, en concreto lo encontramos, entre otros estados brasileños, en Río Grande do Norte, Bahia, Minas Gerais y Pernambuco. Recibe el nombre común de mandacaru, y es una planta que con el paso del tiempo llega a medir hasta 9 metros de altura. Los tallos son más bien delgados, de no más de 15 centímetros, aunque el tronco principal sí supera los 40 centímetros.
Es una planta espinosa. Tiene de 5 a 7 espinas radiales de 1,5 centímetros de longitud, y de 2 a 4 centrales que miden de 8 a 20 centímetros de largo. Las flores solo aparecen en los ejemplares maduros, y tienen una longitud de hasta 25 centímetros. Son de color blanco, y cuando son polinizadas producen un fruto rojizo de unos 10 centímetros de largo que contiene numerosas semillas pequeñas.
Cuidados del Cereus jamacaru
El mandacaru es una planta interesante para tener en un jardín. Tiene un ritmo de crecimiento rápido cuando el clima es cálido, y durante la época de floración se llena de flores. Si bien es cierto que tendremos que resguardarlo si hay heladas, el resto del año crecerá muy bien en el exterior.
Además, no suele tener problemas de plagas ni enfermedades importantes. Pero ojo: esto no significa que no pueda tenerlas. Y es que si regamos más de la cuenta, o si la tierra es muy compacta y no deja pasar el agua, entonces los hongos patógenos podrían causarle serios problemas. Por eso, vamos a ver cómo se cuida:
Clima
¿Te gustaría tenerlo fuera todo el año? De ser así, ten en cuenta que lo ideal es que no baje de los 0 grados. Es posible que los ejemplares adultos y aclimatados puedan aguantar heladas débiles y esporádicas de hasta los -2ºC, pero no recomendamos exponerlo a esas temperaturas sin protección.
Ubicación
- Exterior: estará bien en una rocalla por ejemplo, o en maceta, pero siempre en una zona soleada, o como mínimo en una donde haya mucha claridad.
- Interior: en caso de tenerlo en casa, se le buscará una habitación en la que haya mucha luminosidad; es decir, en la que se vea bien durante el día sin necesidad de encender ninguna lámpara.
Tierra o sustrato
- Jardín: es importante que el suelo sea de tipo arenoso, y ligero. De este modo, el drenaje será correcto para el Cereus jamacaru.
- Maceta: rellénala con una mezcla a partes iguales de turba negra y perlita. Una alternativa podría ser sustrato para cactus, pero ha de ser de alta calidad (como este).
Riego
El riego será escaso, pero algo más frecuente que el que le daríamos a otro cactus. Es decir, durante la primavera, y especialmente en verano, lo regaremos una vez a la semana. Si se da el caso de que hay previsión de lluvias o de que llueve cuando tenemos que regarlo, no lo regaremos porque con el agua de lluvia tendrá más que suficiente.
Si lo vas a cultivar en maceta, no es buena idea ponerle un plato debajo. Piensa que cuando riegues, el agua se irá para abajo y se quedará en el plato. Si no se quita, las raíces con el paso de los días se pudrirán y morirán.
Abonado
El abonado del Cereus jamacaru se hará durante toda la primavera y el verano. Utiliza un abono para cactus, preferentemente líquido (como este), después de leer las indicaciones del envase, ya que es importante no superar la dosis recomendada puesto que se pondría en riesgo a la planta.
Multiplicación
Se multiplica por semillas y esquejes. La época adecuada es la primavera, una vez que ya se ha establecido y el frío ha quedado atrás.
- Semillas: las semillas del mandacaru son muy pequeñas, por lo que se deben sembrar en macetas con tierra para cactus procurando no enterrarlas mucho. De hecho, lo mejor es ponerlas sobre la superficie del sustrato, y echarles un poco de sustrato por encima. Pon el semillero en el exterior, en una zona luminosa, y mantén la tierra húmeda.
- Esquejes: se cortarán trozos de unos 30 centímetros como mínimo. Después, se dejarán secar en semisombra una semana, y por último se plantarán en macetas cuyo diámetro sea de unos 20 centímetros, con turba mezclada con perlita a partes iguales.
Trasplante
Si quieres plantarlo en el jardín, hazlo cuando haya terminado de enraizar en la maceta, es decir, cuando se le salgan las raíces por los agujeros de drenaje, y cuando sea primavera.
En caso de tenerlo en maceta, el Cereus jamacaru necesitará otra más grande cada 2 o 3 años.
Plagas y enfermedades
Es resistente, pero puede tener cochinillas en los tallos, pulgones en los capullos florales, o incluso hongos como el fitóftora o la roya. Por este motivo, es necesario que se mantenga bien regado y abonado, ya que así se minimizará el riesgo de que acabe con alguna.
Rusticidad
No soporta las heladas.
¿Qué te ha parecido el Cereus jamacaru?