Las plantas suculentas con hojas, es decir, las crasas, las caudiciformes y algún que otro cactus, pueden verse afectadas por diversas plagas siendo una de las peores los pulgones. Estos insectos son pequeños, pero cuando se juntan en gran número son capaces de debilitarlas mucho hasta el punto de que, a menos que lo evitemos, terminen por poner en riesgo la vida de sus víctimas.
Pero no te tienes que preocupar por nada: en este artículo te explicaré cómo eliminar pulgones de las suculentas con remedios caseros y químicos.
¿Qué son?
Los pulgones, conocidos también como áfidos o afídidos, son unos insectos muy pequeños, que miden unos 0,5cm de largo, de color verde, amarillo o negro. Su cuerpo es ovoidal, y no se les distingue bien dónde empieza la cabeza, dónde el tórax y dónde el abdomen. Pueden tener o no alas; en caso de tenerlas, dispondrán de dos pares relativamente pequeñas.
Poseen de 4 a 6 antenas segmentadas. Hacia al final del abdomen presentan dos sifones o cornículos, que son pequeños apéndices erectos que apuntan hacia atrás o hacia arriba a través de los cuales vierten sustancias que repelen a sus depredadores. Por el ano producen una secreción azucarada como resultado de su digestión.
Como curiosidad hay que decir que han establecido una relación simbiótica con las hormigas. Ellas se alimentan de las secreciones de los pulgones a cambio de protegerlos.
¿Cómo saber si mi suculenta tiene?
La manera más sencilla es revisando bien toda la planta. Los pulgones se alimentan de las células de las hojas, sobretodo de las más tiernas, así como de los capullos florales, de modo que será por ahí por donde hay que buscarlos.
Otros síntomas que notaremos serán los siguientes:
- Capullos florales que no se abren
- Hojas deformadas
- Detención del crecimiento
- Presencia de hormigas
¿Qué hacer para eliminarlos?
Remedios caseros para combatir pulgones
Hay varios, que son:
- Ajo o cebolla: cualquiera de los dos te servirá para combatirlos. Pica dos-tres ajos o una cebolla y ponlos dentro de un cazo con agua hasta que hierva. Luego, déjalo enfriar y vierte todo el contenido en un pulverizador/atomizador para finalmente usarlo.
- Cola de caballo: pon 100g de planta fresca en 1l de agua durante 24h. Al día siguiente, ponla a hervir y luego déjalo enfriar. Después, dilúyelo en agua en proporción 1/5 y rellena un pulverizador/atomizador para su uso.
- Ortiga: tienes que macerar 100g de planta fresca en 1l de agua durante 15 días. Remueve a diario la mezcla. Pasado ese tiempo, cuélala y diluye 100ml de solución en 500ml de agua.
- Jabón: tienes que diluir 1 cucharada sopera de jabón neutro en 1l de agua.
- Tanaceto: haz una infusión con 300g de hojas de Tanacetum vulgare o Tanacetum cinerafolium y 10l de agua. Luego déjalo enfriar durante 10 minutos, cuélalo y aplícalo sobre las suculentas.
- Pincel y alcohol de farmacia: si la planta es pequeña y/o tiene pocas hojas, puedes coger un pincel de brocha pequeña y empapar dicha brocha con alcohol de farmacia. Con un poco de paciencia, tan solo tendrás que limpiar las hojas una por una.
- Trampas adhesivas de color amarillo: son trampas especialmente diseñadas par atraer a los pulgones, los cuales se quedan pegados en cuanto entran en contacto con ellas. Las encontrarás en cualquier vivero y también pinchando en este enlace.
Remedios químicos
Cuando la plaga está muy avanzada lo más aconsejable es tratar con insecticidas químicos antipulgones. Eso sí, hay que seguir al pie de la letras las indicaciones que vienen especificadas pues de lo contrario puede acabar siendo peor el remedio que la enfermedad.
Puedes conseguirlos en cualquier vivero también, o aquí.
Con estos consejos, tus suculentas ya no tendrán que preocuparse más por los pulgones. Pero ya sabes que si tienes dudas, no me gusta que las dejes en el tintero. 🙂