Las plantas crasas son unas de las joyas más bonitas que podemos encontrar en los viveros. Muchas de ellas adoptan formas tan elegantes y curiosas que parece que son obras hechas por la mano de un gran artista. Tenerlas en casa siempre es un motivo de orgullo, pero… ninguna obra de arte se vería bonita si no se cuidara.
Cuando las adquirimos, tenemos que saber cuándo regar las plantas crasas para que se vean como el primer día: sanas por fuera, pero también por dentro.
¿Cuándo regar las plantas crasas?
Se conoce como »planta crasa» a aquél tipo de planta no cactácea que ha convertido sus hojas y/o tallos en su almacén de agua. Al hacerlo, estas partes se han vuelto carnosas debido a la acumulación del preciado líquido. Así pues, podríamos pensar que son muy resistentes a la sequía, pero lo cierto es que no es así.
Todas las plantas necesitan agua, ya que de lo contrario no podrían sobrevivir, ni siquiera las suculentas. De hecho, se llaman suculentas precisamente por eso, porque tienen grandes reservas de agua que sus hojas o sus cuerpos carnosos absorben a través de los poros de su superficie. Pero este alimento tiene que venir de algún lado.
En hábitat, es del rocío y de las lluvias que traen los monzones estacionales. En nuestro hogar tiene que ser del riego. Ahora bien, ¿cuándo hay que regarlas?
Dependerá mucho de la estación del año en la que nos encontremos y del clima que haya en nuestra zona, pero hay algo que nos puede facilitar mucho la tarea y es esperar a que la tierra se seque del todo antes de volver a regar. Así, durante el verano puede que reguemos tres veces por semana, y en invierno cada siete-diez días, pero si nos vamos fijando en la humedad de la tierra, podemos estar seguros de que las crasas no se van a pudrir 😉 .
Para comprobar la humedad del sustrato podemos hacer varias cosas:
- Introducir un palo delgado de madera hasta el fondo: si sale con poca tierra adherida, significará que el sustrato está prácticamente seco y, por lo tanto, podremos regar.
- Utilizar un medidor de humedad digital: al introducirlo nos indicará el grado de humedad de la tierra. Es muy recomendable introducirlo en diferentes zonas (más cerca de la planta, más cerca del borde de la maceta, etc.) para que sea más fiable.
- Pesar la maceta una vez regada y de nuevo al cabo de unos días: la tierra húmeda pesa más que la seca, por lo que podremos quedarnos con esa diferencia de peso la cual nos será muy útil para saber cuándo tenemos que volver a regar las plantas.
Cuidado con el riego en invierno
Durante el invierno las plantas crasas no suelen crecer, a menos que las temperaturas se mantengan altas. Si vivimos en una zona donde se suelen producir heladas tenemos que espaciar todavía más los riegos, ya que si no lo hiciéramos las raíces se podrían congelar. Para evitarlo, es muy, muy importante que las reguemos poco, cada 15 o 20 días.
Si vivimos en un lugar donde se producen heladas muy intensas, de más de -5ºC, durante esos días les tendremos la tierra completamente seca, y les echaremos unas gotas en cuanto las temperaturas se recuperen.
Asimismo, tenemos que tener presente que no es bueno tenerlas secas durante meses, a menos que la humedad ambiental sea alta. Las plantas se debilitarían tanto que enseguida enfermarían y podrían morir en cuestión de días.
Si tienes alguna duda, no la dejes en el tintero. Pregunta 🙂 .